Por: Mar Herrero – Veterinaria y educadora canina de DRACAN
Humano: – Perro malo te voy a castigar por hacer pis dentro de casa
Perro: – No entiendo tu lenguaje cuando me gritas ni por qué me pegas cuando hago pis en casa, dónde quieres que lo haga sino?
– Perro malo que tiras de la correa, te voy a poner un collar de pinchos y voy a darte tirones hasta que camines a mi lado.
– No entiendo porqué me haces daño y me gritas palabras que no comprendo si lo único que quiero es llegar al parque para jugar con los otros perros y que cese el dolor del collar.
– Perro malo, si estás jugando con otros perros en el parque te digo VEN es VEN
– No entiendo por qué si me estoy divirtiendo tú me gritas desde lejos enfadado y quieres que venga donde estás, quiero evitar ese tipo de personas agresivas así que me voy a alejar de ti olfateando el suelo intentándote calmar.
– Si no vienes me enfado más y grito más, eres un perro desobediente.
– No entiendo tu lenguaje, quieres que venga hacia ti y me amenazas con la correa?
– Cojedme al perro que llevo 45 min. sin poderlo cojer en el parque, ahora que lo tengo atado se va a enterar.
– Por qué cuando estoy a tu lado por fin me haces daño con un tirón de correa y te enfadas? Yo solo quiero estar contigo y que estés orgulloso de mi.
– Cuando estemos paseando con la correa no te acerques a otros perros que seguro que te pones a ladrar o los muerdes con lo malo que eres.
– Yo solo tiro de la correa para saludar a los otros perros, ellos son mis amigos y me tratan bien no entiendo por qué me castigas por querer ir a saludar a mis amigos.
– Perro malo que me has mordido los zapatos
– No entiendo por qué me gritas y me pegas por distraerme mordiendo un objeto tuyo mientras pasas 8 horas fuera de casa y me dejas aquí solo sin nada para entretenerme.
– Perro malo, no robes comida de encima de la mesa, con un buen golpe dejarás de hacerlo.
– Sigo sin entender tu lenguaje, pensé que la comida bien servida encima de una mesa la podía coger, a mí me gusta compartir las cosas con mis amigos. Cuando me pegas intento calmarte, ya me he chupado el hocico y te he girado la cabeza muchas veces para decirte que no quiero problemas, eres muy valioso para mí y no quiero hacerte daño.
– Perro malo no ladres a esa persona que va con un bastón, te has ganado un tirón de correa.
– Sigo sin entender por qué me has hecho daño si solo quería avisarte y protegerte de un peligro inminente, es la primera vez que veo a una persona con un palo. Cuando me has pegado con la correa he agachado las orejas y he olisqueado el suelo de nuevo, no quiero problemas contigo.
– Perro desobediente si te digo que te sientes es que te sientes ya mismo.
– No entiendo qué me estás pidiendo intento comprenderte con todas mis fuerzas pero no eres claro, me hablas en el lenguaje verbal que no entiendo y como no hago nada esperando entenderte me haces daño. Por eso te he dado la espalda y me he ido, no quiero problemas contigo.
– Perro maleducado no te subas encima de las visitas que vienen a casa, un toque en las costillas y ya verás qué rápido bajas.
– No entiendo cómo quieres que me comporte me dices que no salude a esas simpáticas personas que entran por la puerta? Pero si de cachorro a todos os gustaba que os saltase encima, qué ha cambiado? Cuando me das el toque en las costillas me duele y claro que bajo de encima las personas, pero repito no quiero problemas contigo y son muchas veces las que me has hecho daño e incluso cuando me retiro te evito la mirada y vuelvo a girar la cabeza sigues apartándome bruscamente.
– Perro sucio, no se bebe agua del váter. Un golpe en el hocico y así aprendes.
– Por qué me has pegado por beber de esta de agua limpia y cristalina en forma de bebedero grande si en el parque me dejas beber de la fuente y no pasa nada?
– Perro agresivo y malo por qué te atreves a enseñarme los dientes si soy el que te doy de comer cada día?
– Siento haberte enseñado los dientes hoy pero así es la única manera que no me trates bruscamente y te alejes de mi.
– Perro desagradecido vas a vivir en el balcón, y voy a bajarte ahora mismo del sofá donde siempre te hemos dejado subir. Te voy a coger del collar y de un tirón ya verás cómo bajas rápido.
– Te he tenido que morder al acercarte a mí, al haber yo anticipado tus golpes y me he intentado proteger así. Gracias a eso te has alejado y te has ido de la habitación. Por fin no me vas a pegar más. Por fin tranquilo.
– No te mereces vivir en esta casa eres un perro mal educado, desobediente, incoherente con tus acciones y encima has mordido a quién te da de comer. Solo hay una solución para ti y va a ser lo mejor para mi también.
– No entiendo por qué estás tan enfadado conmigo, ni por qué me subes al coche con brusquedad, ni por qué vamos a una sala donde hay una persona con bata blanca, ni por qué me pone una inyección ni por qué me estoy quedando dormido…