Por Mar Herrero – Veterinaria y directora canina de Dracan
Me decido a escribir este artículo ya que son muchas las consultas que me hace la gente sobre comportamientos de sus cachorros. En este escrito os explicaré puntos a tener en cuenta en las diferentes etapas del cachorro, desde los dos meses, pasando por la adolescencia y llegando a la madurez.
Primero quiero aclarar que cuando hablo de cachorro, aunque la gente pueda entender que son perros de dos meses, en mi cabeza pienso en todos aquellos perros que todavía no han madurado, que no se han hecho realmente adultos y que todavía pueden sufrir cambios de comportamiento debido a su crecimiento y por lo tanto a sus hormonas.
Aquí hablaré principalmente de perros de propietarios en ciudad; los que van destinados a un trabajo en concreto, aunque la base puede ser similar, hay muchas cosas que no se trabajan igual.
Cuando recibes al cachorro en casa con 9-10 semanas, el criador ya debe haber hecho un trabajo previo de socialización con diferentes personas, habituación a ruidos, diferentes superficies, etc., que prepara a tu cachorro para la ajetreada vida en la ciudad. Eso te va a ayudar en la adaptación a su nuevo hogar en un futuro. Por eso, a parte de buscar una buena genética (sí, los padres aportan muchísimo genéticamente hablando al futuro temperamento del cachorro), debes buscar un criador que se preocupe por socializar a sus cachorros.
Cachorros transportados con un mes en camiones desde países del este y hacinados en cajas contenedor a la espera de compradores como mercadería, suelen desarrollar muchos problemas de miedo y agresividad debido a ello.
A continuación haré una descripción de lo que puede suceder a grandes rasgos en cada una de las etapas de crecimiento del perro.
De los 2 a los 6 meses
Es muy importante tener en cuenta varios aspectos:
- Al cachorro se le ha separado de la madre y hermanos, necesita un período de adaptación a su nuevo hogar. Es normal que chille por las noches si lo dejas completamente solo en un ambiente extraño, su supervivencia depende de la manada y ahora se encuentra solo y con personas desconocidas.
Hay muchas maneras diferentes de hacer la adaptación al hogar, debes buscar la que sea mejor para tu cachorro. No se le ha de crear ansiedad por separación estando 24 horas con él ni se le ha de dejar que llore y llore por horas: eso puede mermar su autoconfianza en un futuro y presentar problemas de ansiedad más adelante. - Los cachorros muerden. Es así, muerden las manos, la ropa, los zapatos, los muebles… es normal: ellos exploran con la boca su entorno. Algunos al ser separados de la madre y sus hermanos a una edad temprana no han aprendido a morder sin hacer daño, algo que tendrás que enseñarle tú, con paciencia y constancia. Los juegos de “lucha” con tu cachorro olvídalos, solamente lo alteras y le enseñas a morderte cada vez más fuerte, más nervioso y más alterado.
- Hacen pis muchas veces al día. No lo corrijas, no puede controlar esfínteres. Cuando empiece a salir a la calle no lo va a hacer fuera el primer día a no ser que sea un sitio natural y sin mucho ajetreo. Normalmente, si viven en ciudad, se esperan a llegar a casa, a un sitio conocido y tranquilo. Progresivamente y con el aprendizaje adecuado lo irá haciendo fuera. Cada dos horas es normal que orine, por lo que debes estar atento y bajarlo a la calle, reforzando fuera su comportamiento con un premio suculento.
- Es normal que no quiera andar por la ciudad y menos con una correa corta. Ha pasado de la tranquilidad de un hogar al bullicio de personas, otros perros, coches, carritos, patinetes, bicis, autobuses, etc. Hay que ponerse en su lugar, necesitan paciencia y tiempo.
Paseos cortos al principio a sitios tranquilos. Cogéis el coche si es necesario y os desplazáis unas calles más allá donde haya un sitio más tranquilo. La correa LARGA (3 metros es suficiente) permite al cachorro explorar sin tensión en la correa, pero está atado por su seguridad. Es normal que algún cachorro tenga miedo en estos momentos, es inseguridad a lo desconocido. Paciencia: observa a tu cachorro, estudia su lenguaje, no hay prisa. - Socialización con perros: nada de “pipican”. ¿Espacio cerrado con perros nerviosos y sin modales que lo primero que hacen es lanzarse encima de tu cachorro? No, gracias.
Paseos por sitios donde pueda ir “suelto” con correa larga (10-15m) y tú elegir con qué perros presentarlo. Los perros ideales para socializar a tu cachorro son esos sociables pero (¡importante!) que no son invasivos: huelen al cachorro, saludan y se alejan. Todo lo que se aparte de eso, teniendo un perro inseguro va a provocar que de mayor se agobie con los perros e incluso desarrollar reactividad agresiva hacia sus congéneres. Menos es más. Mejor que conozca 10 perros y de esos 10 sociables, que 20 y tenga una sola mala experiencia que le pueda ocasionar un trauma de por vida (muy difícil de corregir). Proteger a tu cachorro sí es necesario de perros invasivos. Si es tu cachorro el invasivo, procurad que no agobie a perros que, o no sepan corregirlo, o lo corrijan en exceso. - Socialización con personas: lo mismo, paciencia y tiempo. Buenas experiencias y no forzar situaciones. Es simple si no quiere que le toquen, que no le toquen. Eso sí, si la persona extraña le ofrece comida ayuda a que positivice esa experiencia y lo acabe viendo como algo bueno.
- Socialización con niños pequeños: ¡cuidado! Los niños corren, gritan, aplastan, manosean, acorralan. Siempre bajo supervisión de un adulto. Nunca dejar al cachorro solo. Positivizar la situación.
Estos son unos pocos consejos rápidos que os pueden ayudar a empezar a entender cómo tratar a tu cachorro. Hay muchas cosas más a tener en cuenta, pero esto es un inicio.
Adolescencia (6 meses – 1,5 años)
Complicada etapa. Siempre aviso a mis clientes: son totalmente normales cambios de comportamiento. Las hormonas juegan un papel muy importante. No todos los cachorros maduran igual, establezco edad media aproximada. Cosas a tener en cuenta que pueden suceder, pongamos, en perros con carácter más marcado (más notorio en machos que en hembras):
- De cachorritos siempre venían cuando les llamabas, era fácil, con su premio corrían hacia ti. Ahora si no se ha trabajado con constancia y paciencia piensan si hacer caso a la llamada o no. Siempre hay una primera vez: ellos prueban, si sirve y consiguen no venir y obtener lo que querían ¡bingo! Empiezan los problemas en la adolescencia y los problemas con la llamada. Cuerda larga 10m importante para que no hayan errores.
- Si no se le ha trabajado desde cachorro correctamente, pueden empezar a proteger sus recursos, lugar de descanso, comida, juguetes. Y ya no es un aviso ni el “ladrido gracioso” de cuando eran cachorros, esta vez enseñando dientes e incluso pueden llegar a marcar.
- Montan a otros perros, por juego, explorando, alguno interesado por el olor de hembra en celo.
- Empiezan algunas peleas con otros perros (sobretodo en el caso de los machos). Las hembras, aunque las hay fuertes de carácter, no suelen querer demostrar nada a ningún otro perro.
- Ya no es tan fácil agotar al cachorro, rebosan energía y si no se les ha guiado correctamente de cachorros, ahora ya es imposible cansarlo con una vuelta de media hora al parque. Entra la idea de tirarle la pelota mil veces, cosa que empeora la situación aún más ya que estás haciendo un atleta cada vez con más resistencia.
- Tu perro ya no se queda cerca de ti, se aleja mucho más a explorar e investigar, ha cogido confianza y al escucharte que no paras de llamarlo ni hablarle sabe que estás ahí y no vuelve.
- Aparecen nuevos miedos que ya tenía superados: a personas, a ruidos, a perros.
- Tiran mucho de la correa y se ponen más nerviosos de lo normal mordisqueándola y saltando para cogerla.
Estas son algunas de las cosas que pueden suceder en la adolescencia. Hay que tener mucha calma y respirar hondo. Es importante que el perro vea que tiene un guía que sabe lo que hace y que no pierde los nervios, necesitan un referente tranquilo. Es una etapa complicada, y es donde más se tiene que trabajar con el perro, sus rutinas, ejercicios físicos y mentales y establecer bien obligaciones dentro del grupo, entre otros.
Madurez (1,5 años – 3 años)
Como he comentado también anteriormente, hay perros que maduran antes que otros. La castración temprana (cosa que no recomiendo), crea perros con conductas más infantiles algunos, hasta toda su vida. En esta etapa los perros ya han tenido muchas experiencias, (buenas o malas) siempre que se hayan hecho las cosas bien, la mayoría empiezan a relajarse y a “sentar cabeza”. Por otro lado se pueden presentar otros problemas para la convivencia en la ciudad:
- Perros de temperamento fuerte empiezan sobre los dos años y medio de media a sacar el carácter de adulto: ya no son juegos absurdos de adolescentes, la cosa es más seria. Pueden presentarse conflictos con otros perros que antes se llevaban bien o conflictos en casa.
- Si no se ha sabido leer al perro de cachorro y adolescente, pueden salir a la luz problemas que estaban latentes pero se mantenían ocultos (a ojos inexpertos) y desarrollarse ahora que el perro ha cogido más seguridad en sí mismo.
- Perros que socializaban sueltos en el parque ahora empiezan a elegir con quién relacionarse y con quién no.
- Se puede confundir una agresividad hacia los demás perros, cuando en el fondo, al llegar a la madurez ya no quiere jugar como loco y quiere parar (marcando) a los perros que se le acerquen con demasiada efusividad, como cachorros, etc.
- Pueden empezar a guardar el territorio (vivienda) con más intensidad cuando antes no lo hacían de esa forma.
Estas son unas leves pinceladas muy resumidas de algunos de los cambios de comportamiento que se pueden dar en un perro en su etapa de crecimiento. Está claro que no todos son iguales, ni han de seguir un patrón establecido de la misma manera.
Recordad que los perros no son ordenadores que se puedan programar. Son seres vivos que necesitan de nuestro tiempo y dedicación.
Educar a un perro es fácil si sabes cómo y tienes las herramientas para gestionar los problemas que puedan ir surgiendo. Lo ideal es empezar a estudiar sobre comportamiento canino antes incluso de tener a tu cachorro, aún así habrán mil cosas que sólo podrás aprender con la práctica.
Desde el momento en que llega a tus manos, esa vida depende de ti, disfruta de cada etapa y pasa mucho tiempo junto con tu perro, valóralo y acéptalo tal y como es. Llegará el día en que te tengas que despedir de él y esos recuerdos son lo único que te vas a llevar contigo para siempre. Haz que merezca la pena.